Un equipo de investigación en la Universidad de Córdoba (UCO) trabaja para que pacientes diabéticos del tipo dos dejen de serlo, al menos, en un tiempo prolongado. El doctor José López Miranda, catedrático de Medicina Interna asegura que «aproximadamente el 40% de los pacientes que son sometidos a un modelo de alimentación saludable, como puede ser una dieta mediterránea rica en aceite de oliva, y una dieta muy pobre en grasas, aún sin perder excesivo peso, sin registrar una pérdida de peso importante, dejan de serlo durante un periodo de tiempo de 4, 5 o 6 años. Aún no está claro que este tiempo pueda prolongarse.
No es un milagro, pero casi. Los diabéticos dejan de serlo por ese período y dejan de necesitar ningún medicamento para controlar la diabetes.
Los resultados de este trabajo que se está llevando a cabo en la Universidad de Córdoba (UCO) despejan un horizonte muy optimista. «La esperanza probablemente sea que se pueda retrasar la aparición de la diabetes», indica, al tiempo que abunda en la importancia de que «un paciente comience a ser diabético en el tiempo cero a que comience a ser diabético diez años después o cinco años después». La clave, a su juicio, es «retrasar el deterioro» y expone que «esto ocurre porque el modelo de alimentación mediterránea y la dieta pobre en grasas inducen cambios metabólicos muy relevantes». «Este cambio le va a aportar al paciente expectativas de vida, pues «un diabético tipo dos se muere de enfermedad cardiovascular en un 90%», asegura este internista.
Se trata de una investigación absolutamente pionera. En Cardiopress trabajan del orden de 25-30 personas entre médicos, investigadores clínicos, dietistas, enfermeros, post-doctorales, bioquímicos, biólogos celulares.